A veces no nos damos cuenta de la suerte que tenemos y de lo felices que somos. Poco a poco nos metemos en una dinámica de queja continua acerca de lo mal que nos va la vida y de como si pasara esto o aquello la cosa mejoraría. No nos damos cuenta de que pase lo que pase, cambie lo que cambie, mejore lo que mejore seguimos quejándonos sin remedio.
A veces tenemos que pararnos y respirar hondo, valorar las cosas en su justa medida y pensar en lo que tenemos y hemos conseguido a lo largo de nuestra vida. Muchas veces si pensamos con sinceridad nos daremos cuenta de la suerte que tenemos.
Todos deberíamos salir de esa dinámica agobiante y aburrida que no nos deja ver mas allá de nuestras narices y valorar todas las cosas que forman parte de nuestra vida... una vida que muchos otros ni siquiera pueden tener en sueños.
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